El tren nos lleva ahora a Ermida, un pueblo que se aferra a las empinadas laderas del Duero. Aquí, el río Bestança confluye con el Duero, ofreciendo unas vistas impresionantes y un clima perfecto para el cultivo de la vid. El resultado son algunos de los mejores vinos del Duero, tintos con cuerpo. El resultado son algunos de los mejores vinos del Duero, tintos con cuerpo.

Con su impresionante confluencia de ríos, Ermida alberga la Capilla de São Pedro de Balsemão, considerada una de las más antiguas de la Península Ibérica. El nombre del pueblo, que significa "ermita", alude a su carácter apartado, lugar de retiro y reflexión. Las leyendas hablan de antiguos ermitaños que eligieron este sereno lugar para la meditación. Registros históricos del siglo XII señalan a Ermida como una importante parroquia. Francisco de Almeida, destacado explorador del siglo XVI, recorrió esta región, dejando una huella indeleble en su historia.

Todos los años, el pueblo celebra la Fiesta de San Pedro, en honor a su patrón, con festejos y rituales tradicionales, delicias regionales y canciones folclóricas.